Teórias criminológicas.
![]() |
Imagen 1, Lacasa, (2023) |
La prevención situacional, como enfoque dentro de la criminología, se basa en una serie de teorías que ayudan a entender cómo modificar el entorno puede reducir las oportunidades delictivas. Carles Soto Urpina, en su obra "La prevención situacional: bases teóricas de fundamento criminológico," describe detalladamente estas teorías. A continuación, exploraremos cinco teorías fundamentales que sustentan la prevención situacional, con una explicación narrativa que resalta su relevancia y aplicación práctica.
1. Teoría de las actividades rutinarias de Cohen
y Felson (1979) y Felson y Clarke (1998)
Desarrollada por
Cohen y Felson, la teoría de las actividades rutinarias sostiene que para que
un delito ocurra, deben coincidir tres elementos: un delincuente motivado, un
objetivo adecuado y la ausencia de un guardián eficaz. Esta teoría se centra en
cómo las rutinas diarias de las personas pueden crear oportunidades para el
crimen.
Soto Urpina
destaca que la prevención situacional puede influir en estos elementos al
alterar las actividades rutinarias o al aumentar la presencia de guardianes.
Por ejemplo, mejorar la vigilancia en lugares frecuentados por personas puede
reducir la oportunidad de que un delincuente motive actúe. La teoría de las
actividades rutinarias es particularmente útil para entender cómo el crimen
puede fluctuar en función de cambios en las rutinas sociales, como el
incremento de la actividad nocturna en ciertas áreas.
2. Teoría de
la elección racional de Cornish y Clarke (1986 y 2003)
La teoría de la
elección racional es una piedra angular en la prevención situacional. Parte de
la premisa de que los delincuentes son individuos racionales que toman
decisiones después de evaluar los costos y beneficios de sus acciones. Según
esta teoría, un individuo considerará factores como el esfuerzo necesario para
cometer un delito, el riesgo de ser atrapado y la recompensa potencial antes de
decidir si actuar.
3. Teoría del
patrón delictivo de Brantingham y Brantingham (1983 y 1994)
La teoría del
patrón delictivo, desarrollada por Patricia y Paul Brantingham en 1983 y
ampliada en 1994, es una de las contribuciones clave a la criminología
ambiental. Esta teoría explora cómo los delitos no ocurren de manera aleatoria,
sino que siguen patrones específicos basados en la actividad cotidiana de los
individuos y la configuración del entorno. Los Brantingham proponen que las
personas, incluidos los delincuentes, desarrollan patrones de movimiento en sus
vidas diarias que influyen en dónde y cuándo se cometen los delitos.
La teoría del
patrón delictivo proporciona un marco útil para la policía y los planificadores
urbanos al identificar y analizar los patrones de crimen. Por ejemplo, el
análisis de mapas de calor del crimen, que muestra las áreas con alta
incidencia delictiva, se basa en principios de esta teoría. Estos mapas ayudan
a identificar zonas críticas donde se pueden desplegar recursos de seguridad de
manera más efectiva.
Además, la
teoría puede guiar la planificación urbana y la gestión del entorno físico para
prevenir el crimen. Por ejemplo, si se identifica una ruta de movilidad como
una zona problemática, se pueden implementar medidas como mejorar la
iluminación, aumentar la vigilancia o modificar el diseño de la infraestructura
para disuadir actividades delictivas.
Algunos
argumentan que, al enfocarse en patrones delictivos conocidos y áreas con
antecedentes de criminalidad, las estrategias basadas en esta teoría podrían
perpetuar una vigilancia desproporcionada en ciertas comunidades, lo que podría
conducir a problemas de justicia social y discriminación.
4. Prevención
criminal basada en la modificación del ambiente físico de Jeffery (1971)
La prevención
criminal basada en la modificación del ambiente físico, propuesta por C. Ray
Jeffery en 1971, es una teoría que se centra en cómo el entorno físico puede
ser manipulado para reducir las oportunidades delictivas y, por ende, prevenir
el crimen. Jeffery fue uno de los pioneros en desarrollar la idea de que el
ambiente físico desempeña un papel crucial en la determinación del
comportamiento humano, incluyendo el comportamiento delictivo.
La prevención
criminal basada en la modificación del ambiente físico ha demostrado ser
efectiva en diversas áreas, desde la planificación urbana hasta la gestión de
propiedades privadas. Sin embargo, también ha recibido críticas,
particularmente por el riesgo de desplazamiento delictivo, donde los delitos se
trasladan a otras áreas menos vigiladas en lugar de ser prevenidos por
completo.
La teoría del
espacio defendible, propuesta por Oscar Newman, enfatiza la importancia del
diseño del entorno físico en la prevención del crimen. Según esta teoría, los
espacios bien diseñados pueden promover la vigilancia natural y aumentar el
sentido de propiedad y responsabilidad entre los residentes, disuadiendo así el
comportamiento delictivo.
Podemos entender un poco mas sobre las Teorías Criminológicas en este video.
¿Qué son las
Teorías Criminológicas?, https://www.youtube.com/watch?v=QpaLoRzZ1bc
La prevención situacional, fundamentada en estas teorías criminológicas, proporciona un enfoque práctico y eficaz para la prevención del delito. Al considerar cómo factores como el diseño del entorno, las rutinas sociales y las interacciones personales influyen en las oportunidades delictivas, se pueden desarrollar estrategias que no solo disuadan el crimen, sino que también promuevan comunidades más seguras y cohesionadas.
Video You Tube, Team Crimi, (2023), ¿Qué son las Teorías Criminológicas?, https://www.youtube.com/watch?v=QpaLoRzZ1bc
Comentarios
Publicar un comentario